miércoles, 17 de octubre de 2007

La dirección impone el portavoz de Esquerra Unida en la FVMP contra la mayoría de alcaldes

F. A., Valencia, Levante-EMV, 17/10/2007

El conflicto de Esquerra Unida también ha llegado a la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), que pasado mañana constituirá su nueva asamblea resultante de las elecciones del 27 de mayo. La formación logró siete alcaldías, cuyos titulares fueron convocados a una reunión para elegir al que será el portavoz. Aunque no asistieron todos los alcaldes (faltaron los de Barxeta y Canet), cinco de ellos apoyaban al munícipe de Otos, Emili Mira, mientras que sólo dos estaban por que fuera el alcalde de Polinyà de Xúquer, Vicent Navarro, quien representase al partido en la entidad que aglutina a la casi totalidad de los municipios valencianos.
Sin embargo, la permanente de EU decidió imponer a Navarro, afín a la actual mayoría del partido, según explicaron ayer fuentes del sector crítico. Salvo que haya rebelión y desacato de la decisión de la dirección del partido, el alcalde de Polinyà será quien ejerza de representante de Esquerra Unida. Lo cual es interpretado por los críticos como un capítulo más de la toma de posiciones institucionales por parte del PCPV y sus afines.

EU y Bloc pactan el pago de 78.721 euros de la campaña

Cinco meses después de elecciones

Levante -EMV, 17/10/2007

El primer acuerdo entre los dos sectores enfrentados en el seno de Compromís pel País Valencià llegó ayer y fue a propósito de las cuentas de la campaña electoral. La reunión de más de una hora de representantes de Esquerra Unida y Bloc sirvió para desatascar las posiciones encontradas que mantenían sobre quién debe asumir qué parte de la deuda de la campaña. Francesc Arabí, Valencia
EU corrió con los 240.794 euros de gastos, tal como pactaron los socios de la coalición. Casi 150.000 euros los obtuvo de un préstamo del Banco Popular, otros 52.678 euros en concepto de adelanto a cuenta de las subvenciones electorales y 38.115 los aportó el partido de Glòria Marcos de sus «fondos propios» . Son los datos que constan en la Sindicatura de Comptes.
Al margen de estas cifras, EU sostiene que hizo frente al pago de otra cantidad de 40.605,63 euros gastados «previa y posteriormente a la convocatoria electoral» y que son «imputables a la coalición» . Unas facturas, estas últimas, que el Bloc no reconocía, entre otras razones porque no constan en la documentación aportada al órgano de fiscalización de las cuentas.
Sin embargo, la reunión de hora y media celebrada ayer desembocó en un principio de acuerdo para asumir cada uno la parte proporcional de esos 78.721 euros aportados por EU totalmente al margen de las subvenciones y del crédito. En función de las cuotas de representación y participación pactadas (60% EU, 30% Bloc, 7% Els Verds, 2% IR y 1% Esquerra Ecologista), a los nacionalistas les correspondería pagar 23.616,44 euros, según esas cuentas. Para liquidar los gastos electorales, cinco meses después de celebrarse los comicios, se reunirá el comité de campaña de Compromís. Habrá que hacer números teniendo en cuenta que EU cobró unos 88.000 euros de subvenciones de las Corts correspondientes a junio, julio y atrasos y que el Bloc le reclama una parte de ese dinero. Pero también que la actual dirección de grupo, que ahora ha pasado a tener la llave de la caja, ha retenido varias partidas correspondientes a la subvención fija mensual que ha de recibir EU (6.000 euros mensuales, el 60% de los 10.000 que recibe el grupo) y a los 1.588 euros de asignación por cada uno de los diputados. No hubo acuerdo, sin embargo, a la hora de pactar las reglas del juego y el reparto de papeles en el seno del grupo parlamentario. No hubo acuerdo porque ni Glòria Marcos ni los otros dos diputados afines a la dirección de EU (Lluís Torró y Marina Albiol) acudieron a la reunión.
Por otra parte, la mayoría del grupo parlamentario ha decidido sentar a la ex síndica Glòria Marcos en el escaño más alejado del pasillo de la última fila, lo que en el sector afín a la líder de EU se interpreta como una humillación hacia la diputada.