viernes, 7 de diciembre de 2007

El pacto del Bloc, verdes y críticos de EU está pendiente de que la asamblea se anule en firme

F. A., Valencia, Levante-EMV, 7-XII-2007

La recta final para la fractura de Esquerra Unida en dos trozos y la reedición del pacto electoral del Compromís, aunque a menor escala, arranca la semana que viene. La decisión de anular la asamblea de EU en la que se eligieron los candidatos a las generales (Antonio Montalbán, por Valencia) está tomada en la dirección de Izquierda Unida. Sólo falta hacerla oficial.


Cuando esto ocurra, previsiblemente la próxima semana, tanto el Bloc como Els Verds-Esquerra Ecologista y los críticos de EU (Iniciativa pel Poble Valencià y Projecte Obert) rubricarán definitivamente la coalición para las generales. Está prevista una reunión el 12 de diciembre para cerrar ya un acuerdo que sitúa a la diputada llamazarista Isaura Navarro de cabeza lista por Valencia, mientras que otorga al Bloc el uno por Castelló y Alicante, donde el alcalde de Muro, Rafael Climent, se perfila como candidato.

La invalidación de la asamblea -la dirección de EU niega que esa decisión esté tomada- dará pie a una pugna por quedarse con las siglas. Mientras que Llamazares y sus afines en Valencia entienden que Madrid tiene la última palabra en la elección de candidatos según los estatutos (por tanto, la lista que desde allí se haga es la oficial), en EU defienden su soberanía para designar aspirantes, cosa que hicieron el 17 de noviembre.

Cinco meses de desautorizaciones a EU

Llamazares ha dejado en evidencia a Marcos en numerosas ocasiones,lo que ha ocasionado un distanciamiento abismal entre ambas direcciones


Casi cinco meses han pasado desde que Glòria Marcos fue destituida como síndica de Compromís pel País Valencia. Fue un 16 de julio, poco antes de las 21 horas de la noche. Y desde entonces la actualidad informativa de Esquerra Unida ha estado marcada por acusaciones y denuncias públicas entre los dos sectores de la formación. Los de Marcos, con la confianza de controlar la dirección de la federación. Los críticos, por su parte, con el respaldo público de Gaspar Llamazares.

En estos 144 días, la dirección valenciana ha recibido numerosas invitaciones de Madrid para mediar en la crisis que desembocó en la expulsión de Mónica Oltra y Mireia Mollà. Sin embargo, vista la postura más que decidida de Marcos y compañía, la estrategia de la dirección federal derivó en planificar lo que ocurriría después de las expulsiones.

Tras los 'dimes y diretes' del mes de julio y principios de agosto -periodo en el que Llamazares pidió públicamente hasta en tres ocasiones que no se produjeran expulsiones en Valencia-, Madrid se postuló del lado de los críticos. No en vano, la dirección de EU ya tenía decidido, como ya dijo este diario el pasado 22 de agosto, maniobrar para que el coordinador federal no fuera candidato de IU a la Presidencia del Gobierno. Incluso el responsable de Organización de EU llegó a enviar una carta a Llamazares en la que cargaba duramente contra los llamamientos al diálogo del dirigente federal.

Sin embargo, ha sido en el último mes cuando más se ha recrudecido las relaciones entre ambas direcciones. Con la aparición de Marga Sanz, número dos de Marcos, para enfrentarse a Llamazares en las primarias de IU, y la confección de las listas para las elecciones generales de marzo se ha evidenciado que el distanciamiento es abismal.

Las primarias de IU las ganó el coordinador general. Fue una victoria de los críticos de EU, que vieron como su máximo valedor continuaba con crédito dentro de la maquinaria federal. La dirección de Marcos se decantó por Sanz, como no podía ser de otra forma, y perdió.

En cuanto al tema de la confección de las listas para las generales, las diferencias son irreconciliables. La asamblea de EU eligió unos candidatos que, no es que Madrid no los apruebe, sino que no los reconoce y va a hacer todo lo que esté en su mano para que no sean ellos quien se presenten.

En los próximos días puede que se produzcan nuevas desautorizaciones a la dirección de Marcos, como puede ser la anulación -ya de forma oficial- de su asamblea y la imposición de primarias. Ambas actuaciones, como ya prevén los críticos, abocarían a la coordinadora al borde de la dimisión.

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