miércoles, 19 de septiembre de 2007

Joan Ribó cambia las Corts por el pupitre y la vida de los átomos

Francesc Arabí, Valencia, Levante-EMV

Al final tenía razón el de los pantalones pirata que estaba dejado caer sobre la silla en la última fila: «Depende del punto de referencia». Pues sí. Resulta que en movimiento estarían todos: los pasajeros del metro Meliana-Valencia que estaban sentados, el que viajaba nerviosito andando por el vagón y el labrador que veía pasar el convoy. El chaval, un tipo zen con densa vida interior, clavó en un plis-plas la solución al problema de la pizarra, pero el profesor de Física y Química no quiso que la razón hurtara el debate: «Es mouen tots», «no es mou ningú»,«es mou el llaurador», «Però què dius ». Hubo polémica hasta que el profe desveló el enigma y tras hablar de un tal Galileo, que al parecer tuvo problemas con el fuego, dictaminó que nada está quieto: «Las galaxias están en expansión y todo depende del sistema de referencias». «¡Oh!» Se llama «cinemática». «¡Ohhh!»

Sara y Gemma no babearon porque no están en edad, pero mira que ese señor es «guapo». «Ay, si tuviera nuestra edad...», suspiraron. «Es Joan Ribó, es político y sale en la tele», comentó uno más hiperactivo que el IBEX 35 cuando se enteró de la crisis de las hipotecas basura. En Canal 9, la verdad, no salía mucho, pero sí, el de la pizarra es Joan Ribó Canut.


Tras un paréntesis de doce años de diputado en las Corts Valencianes, portavoz del grupo y líder de EU, Ribó quiso abandonar la primera línea política y regresar al IES La Garrigosa de Meliana (Horta Nord), donde tiene su plaza. «Esta es mi gente, mis amigos, aquellos [los diputados] eran mis compañeros de trabajo», comentaba en la cafetería ante su directora, Rosa Cañada, y ante un cartel que anunciaba el «entrepà d'esgarraet a 2,15».

La directora está orgullosa de tener a alguien tan «carismático, popular y buena persona» en el equipo. Como el del turrón, cada Navidad Ribó se ha acordado de visitarlos. Ha participado en actividades extraescolares vinculadas con la montaña. Porque el verde es la pasión de quien iba para conseller de Medio Ambiente del Gobierno tripartito que nunca fue. Sigue yendo al tajo en bicicleta desde Patraix, su barrio. Pero ahora pasa por delante de las Corts, saluda a los guardias y sigue pedaleando. Salvo el día que va en coche, para cargar a la vuelta verduras ecológicas que compra en Meliana. Dejó la docencia para ser candidato en 1995, cuando el PP llegó al Consell y ha regresado en el año XII después de Zaplana. En su primer encuentro con estos híbridos entre niños y personitas, tiene más público del que nunca soñó en las Corts. Ya se sabe que cuando le toca hablar a EU, la mayoría bipartidista se va a tomarse un cortado. Para empezar a conocer a la clase pasa lista: «Llum, Gemma, Sara, Adrià...». Se nota que es línea en valenciano. «El argentino se llama Gonzalo y tiene un año menos que nosotras». Iolanda pasa a las vecinas de pupitre el parte sobre posibles novietes, mientras Ribó avisa a una bala con pelo rizado, que da el perfil de doctorado en PlayStation 3, de que lo tiene vigilado: «Tu tutora del año pasado ya me dijo que tenías que sentarte más adelante». Ojito que Joan ha toreado en asambleas de EU con presión-pinza entre los duros del PCE y Esquerra i País.
Libertad, diversión y trabajo
Ribó recuerda que cuando dejó el instituto sólo tenía móvil el secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas, que lo utilizaba para hablar del «One». Ahora, hay más tecnología en la mochila de estos adolescentes que en la NASA. «Está prohibido utilizarlo», recuerda. Habrá mucha libertad, pero disciplina y método, también. Ribó escribe en la pizarra la baremación de las notas: 70% de peso para el contenido, 20%, los procedimientos y 10%, el comportamiento. El libro no se subraya y todos han de tener una libreta cuadriculada para las gráficas . «Y la letra, que sea inteligible; no podéis escribir como los médicos, ni en rojo, que ese es mi color, y no lo digo en términos políticos». Pero también habrá salidas a visitar parques eólicos y fotovoltaicos para hacer más digestiva la «unión de átomos», materia del último trimestre.
Ha sido la vuelta a la docencia de uno de los políticos más solventes de cuantos han pasado por las Corts. Ahora ejerce de domador de hormonas de pubertad y profesor de Física y Química. Pasión que cultiva en medio de l'Horta Nord.

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