El Bloc e Iniciativa preparan la expulsión de los diputados de EU para dejarlos sin dinero
F. Arabí, Valencia
en la notaría. Pablo Rodríguez (IR), Glòria Marcos (EUPV) y Ramón Duque (IU), sellaron la coalición ante notario.
efe/j. c. cárdenas
efe/j. c. cárdenas
El grupo parlamentario Compromís pel País Valencià funciona, a todos los efectos, como un Grupo Mixto, sólo que, a diferencia de lo que ocurre en el Congreso con este grupo paraguas que recoge a las minorías, en este caso las dos facciones que lo constituyen se llevan a matar.
La victoria final del sector mayoritario de EU, con su dirección al frente, al ser reconocidos sus candidatos como los únicos legítimos por el consejo federal de IU va a tener su repercusión en la vida del grupo de las Corts.
Dirigentes del Bloc y de Iniciativa subrayaban ayer que tras la ruptura de este último partido con la dirección federal y su marcha de IU, "no tiene sentido mantener un grupo en el que los diputados están en partidos diferentes y apoyan a listas distintas que, además, compiten por el mismo voto". De hecho, ya se han producido contactos para abordar la expulsión de los tres diputados de Esquerra Unida: la coordinadora general, Glòria Marcos (que fue relevada como portavoz aprovechando como pretexto la discrepancia sobre un nombramiento en el consejo de RTVV) y sus compañeros Marina Albiol y Lluís Torró. Dirigentes del Bloc e Iniciativa planean los tiempos para mandar a los diputados de EU al grupo de no adscritos y, en consecuencia, dejarles sin dinero ni medios. En la reunión que ayer mantuvo el grupo se evidenció de nuevo la tensión. Los cuatro diputados nacionalistas impusieron su mayoría para decidir poner en marcha sendas oficinas parlamentarias en Alicante y Castelló, que intentarán usar como plataforma para proyectar la coalición Bloc-Iniciativa-Verds, que venderán como la heredera del Compromís.
En la cúpula del Bloc están resueltos a dar el último golpe de mano en el grupo antes de las generales. En Iniciativa, con las heridas de la derrota aún tiernas, apostaban ayer también por cortar el grifo de la financiación a EU, cuya líder, Glòria Marcos, denunció en la reunión del grupo que su partido había tenido que prescindir de los trabajadores que han sido contratados por Compromís precisamente porque Bloc e Iniciativa la habían asfixiado económicamente a EU. En el partido de Mònica Oltra tienen asumido la escisión de EU, pero optarán por poner en listas a todos aquellos que ya han causado baja para evitar problemas con la doble militancia. Empezando por la candidata de la coalición con los nacionalistas, Isaura Navarro, quien, por otro lado, recordó ayer que la "dirección federal admitió el domingo que hubiera sido mejor la opción de ir con el Bloc".
El sector que lidera Joan Ribó no podrá ir como tal en ese pacto porque Projecte Obert no tiene entidad jurídica como partido. Aunque el sábado decidirán su futuro, no parecen dispuestos a romper ya con IU. Tampoco harán campaña para EU. Aguardarán a la asamblea federal tras las elecciones, donde, según diversas fuentes, podría certificarse la defunción política de Llamazares, si no asume los postulados del PCE.
La victoria final del sector mayoritario de EU, con su dirección al frente, al ser reconocidos sus candidatos como los únicos legítimos por el consejo federal de IU va a tener su repercusión en la vida del grupo de las Corts.
Dirigentes del Bloc y de Iniciativa subrayaban ayer que tras la ruptura de este último partido con la dirección federal y su marcha de IU, "no tiene sentido mantener un grupo en el que los diputados están en partidos diferentes y apoyan a listas distintas que, además, compiten por el mismo voto". De hecho, ya se han producido contactos para abordar la expulsión de los tres diputados de Esquerra Unida: la coordinadora general, Glòria Marcos (que fue relevada como portavoz aprovechando como pretexto la discrepancia sobre un nombramiento en el consejo de RTVV) y sus compañeros Marina Albiol y Lluís Torró. Dirigentes del Bloc e Iniciativa planean los tiempos para mandar a los diputados de EU al grupo de no adscritos y, en consecuencia, dejarles sin dinero ni medios. En la reunión que ayer mantuvo el grupo se evidenció de nuevo la tensión. Los cuatro diputados nacionalistas impusieron su mayoría para decidir poner en marcha sendas oficinas parlamentarias en Alicante y Castelló, que intentarán usar como plataforma para proyectar la coalición Bloc-Iniciativa-Verds, que venderán como la heredera del Compromís.
En la cúpula del Bloc están resueltos a dar el último golpe de mano en el grupo antes de las generales. En Iniciativa, con las heridas de la derrota aún tiernas, apostaban ayer también por cortar el grifo de la financiación a EU, cuya líder, Glòria Marcos, denunció en la reunión del grupo que su partido había tenido que prescindir de los trabajadores que han sido contratados por Compromís precisamente porque Bloc e Iniciativa la habían asfixiado económicamente a EU. En el partido de Mònica Oltra tienen asumido la escisión de EU, pero optarán por poner en listas a todos aquellos que ya han causado baja para evitar problemas con la doble militancia. Empezando por la candidata de la coalición con los nacionalistas, Isaura Navarro, quien, por otro lado, recordó ayer que la "dirección federal admitió el domingo que hubiera sido mejor la opción de ir con el Bloc".
El sector que lidera Joan Ribó no podrá ir como tal en ese pacto porque Projecte Obert no tiene entidad jurídica como partido. Aunque el sábado decidirán su futuro, no parecen dispuestos a romper ya con IU. Tampoco harán campaña para EU. Aguardarán a la asamblea federal tras las elecciones, donde, según diversas fuentes, podría certificarse la defunción política de Llamazares, si no asume los postulados del PCE.
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