domingo, 7 de octubre de 2007

Marga Sanz se enfrentará a Llamazares en unas primarias por correo

Levante-EMV, 06/10/2007

El coordinador general de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, se enfrentará a la candidata impulsada por el Partido Comunista de España (PCE), Marga Sanz, en unas elecciones primarias "por correo", fórmula que el PCE amenaza con recurrir ante los Tribunales por "fraudulenta" e "ilegal".
El Consejo Político de IU acordó hoy por 91 votos a favor, 58 en contra y 10 abstenciones, celebrar una consulta "por carta" en la que los 55.000 afiliados de la formación de izquierdas escogerán a su candidato a la presidencia del Gobierno en las próximas elecciones generales.

De esta forma, una vez que las federaciones remitan los censos actualizados a la sede de IU en Madrid, los afiliados de Izquierda Unida recibirán en las próximas semanas una carta con dos papeletas y un código de barras, único elemento que identificará al elector.

No obstante, el resultado en ningún caso será "vinculante" y deberá ser ratificado en una reunión del Consejo Político de IU a principios del mes de noviembre.

Esta fórmula de votación, que ha contado con el apoyo del 57 por ciento del Consejo, ya ha sido duramente criticada por la dirección del PCE que considera que el método es "exótico" e "ilegal", por lo que amenazó con acudir a los Tribunales, tal y como ocurrió, recordó, en las últimas elecciones a la Presidencia del Real Madrid.

Por contra, desde el sector afín al coordinador general, José Francisco Mendi se felicitó, con ironía, de que el PCE haya presentado una candidatura alternativa, para que pueda "medirse" la fuerza real que tienen los comunistas en el conjunto de IU.

La actual dirección de IU negó además que las futuras primarias sean una "democracia postal" y defendió la plena legalidad estatutaria de la consulta.

Más allá del método de elección, el Consejo Político fue también escenario del primer cara a cara entre Gaspar Llamazares y Marga Sanz, que al mediodía formalizaba su candidatura gracias a 85 avales, el 34 por ciento del máximo órgano de IU entre asambleas.

En su intervención, el líder de IU, Gaspar Llamazares, expresó su "absoluta lealtad" al candidato que elijan los militantes y su "respeto y aprecio" por la candidata del PCE, convencido de que las primarias serán "lo mejor" para IU.

Pese a todo, advirtió de que con estas primarias no se inicia un "postllamazarismo" -como ha sugerido el PCE- porque seguirá en su puesto de coordinador general hasta la próxima asamblea de IU sea cual sea el resultado de la consulta a las bases.

No obstante, Llamazares pidió "buen rollo" y que se abandone la dinámica de "confrontación" vivida en las "familias" de IU en los últimos años para no dar "satisfacción" a los adversarios, en especial a la "derecha carpetovetónica" del PP.

Llamazares defendió también el trabajo llevado a cabo por el grupo parlamentario de IU-ICV, un "balance positivo" del que, dijo, "podemos sentirnos orgullosos".

"No tiremos al niño junto al agua sucia", proclamó.

Por contra, la candidata del PCE, Marga Sanz, defendió su candidatura como una "apuesta decidida" por el futuro de IU con el objetivo de recuperar la "influencia social" y la "credibilidad política" que la federación tuvo en el pasado.

Para Sanz, IU ha "desdibujado su perfil" por culpa de su papel "subalterno" y auxiliar de la agenda política que marca el PSOE.

No obstante, reconoció que el problema de IU "no es Gaspar" porque, a su juicio, el debate programático debe estar "por encima de los nombres" o de los candidatos a la Presidencia del Gobierno.

De las casi noventa intervenciones, fueron especialmente críticas con la gestión de Llamazares las emitidas desde el llamado "sector duro" del PCE, liderado por Francisco Frutos y Felipe Alcaraz.

Frutos, quien se presentó a sí mismo como "uno de los que seguimos anclados en el pasado", criticó la falta de resultados de la "oposición exigente e influyente" del grupo parlamentario y reclamó una dirección "colectiva" de IU y un proyecto "federal, unitario e integrador".

En esta misma línea, Felipe Alcaraz, consideró "vergonzoso" que la dirección de IU esté dispuesta en su opinión a acordar una Ley de la Memoria Histórica sin contar con los militantes comunistas cuando, recordó, "nosotros hemos sido los que hemos puesto los muertos".

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