martes, 22 de enero de 2008

Dura derrota de Gaspar Llamazares: cede al final para salvar el pellejo

Martes, 22 de enero. Crónica del Consejo político Federal de IU

La República.es

Máxima expectación antes del Consejo, el domingo 20. Se iniciaba este con un enfrentamiento de posiciones irreconciliables donde tenía que haber vencedores y vencidos. El día 16, Rubén Fernández, en nombre de Gaspar Llamazares, había alcanzado un acuerdo ante una juez con la dirección de EUPV: las candidaturas que ratificará el Consejo político son las propuestas por dicha dirección. El día 18, después del recuento de unas incontroladas "primarias" y a través de un comunicado en la página web de IU, Gaspar Llamazares manifiesta contra lo acordado que las candidaturas que ratificaría el Consejo político son las que resultan de esas "primarias". Día 19, víspera del Consejo: negociaciones interminables entre la dirección de EUPV y los "llamazaristas", que acaban sin acuerdo alguno. Día 20, asistencia récord a un Consejo político: las dos partes enfrentadas han preparado el choque que se avecina: casi 200 miembros de los 240 que lo componen recogen su credencial. Desde primera hora de la mañana se reúnen de nuevo los negociadores desde una posición de fuerza indiscutible de los valencianos y corren algunos rumores inquietantes, como que no se dejará participar a la delegación del país Valencia en el Consejo como provocación "llamazaristas" para abortar su convocatoria. En fin, a las 11:30 horas, con una de atraso sobre el horario previsto, comienza la reunión, tras designarse una mesa que no suscita discusión. En unos minutos, cuando se da a conocer el orden del día, primer punto, discusión y votación del programa, puntos dos y tres, ratificación de alianzas y candidaturas, toda la expectación se desvanece, cae el telón del drama vivido por IU en los últimos meses, surgen los vencedores y se anuncian los derrotados: las alianzas y candidaturas que se votarán para el conjunto del Estado son las que proponen la dirección de cada una de las federaciones, y por supuesto también las de EUPV. El conflicto, sin jugarse el final del partido, ha terminado y todo lo que queda es secundario y anecdótico, sin perjuicio de tener relevancia política.

¿Que ha determinado el resultado adverso para Gaspar Llamazares? En primer lugar, los números. El sector crítico que respaldaba a la dirección del País Valencia contaba por sí solo con fuerzas suficientes para ganar la votación. El segundo lugar, se sabía por resoluciones de sus órganos políticos que los miembros de Aragón y Madrid apoyaban también a la dirección de EUPV, lo que garantizaba ampliamente, aparte de otras posibles fugas, la derrota de Llamazares. Las federaciones no podían permanecer impasibles ante el allanamiento de la valenciana, por el precedente tan peligroso que establecía. En tercer lugar, como factor externo importante: el aparato federal reconocía sin tapujos que sólo contando con la colaboración del País Valencia sería posible obtener los créditos bancarios para afrontar las elecciones y que los votos de Valencia se consideraban necesarios para superar el 5 % exigido en las elecciones para conformar grupo parlamentario. Las fuerzas en confrontación, aderezadas con las urgencias de una organización en crisis económica, habían decidido el desenlace de esta guerra interna sin llegar al limite de la destrucción.

Los gestos, la cara, la actitud de Llamazares estaban marcados por el signo de la derrota. En ningún momento el Coordinador tomó la palabra en el Consejo. Sentado en una esquina de la mesa, demacrado, abatido, leía con indiferencia el libro "Tiempos líquidos" durante el debate del programa. Cuando comenzaron las intervenciones sobre candidaturas se ausentó de la reunión y así evitó oir muy duras críticas a su gestión y las graves responsabilidades que se le achacan en la crisis actual, tan arbitrariamente desatada por él. Realmente se pronunciaron palabras crudas en el debate, pero sobre todo, como lo expuso Gloría Marcos, se demostró la sinrazón del conflicto. Al Coordinador en su expresión desolada lo acompañaban muchos de sus más directos colaboradores, en particular Isaura Navarro, que se consideraba una estrella al inicio de la mañana y acabó convertida en cenizas dos horas después. Tardó muy poco, apenas otras dos horas, en anunciar que se desenganchaba definitivamente de IU, y que será cabeza de lista de una coalición con el Bloc (la pobre chica confunde el poder electoral de IU con el de su persona, en todo caso, bye, bye). Sorprendía también el rostro impávido de algunos miembros del Consejo, cómplices del abuso de poder que se cometió con la resolución de al Presidencia del 18 de diciembre, como si la cosa no fuera con ellos. Inés encaramada a la mesa es un buen ejemplo. Son en sentido peyorativo profesionales de la política: sirven para todo, están dispuestos a todo, no se conmueven por nada, y si pudieran elegir bando al final de los conflictos, siempre se apuntarían al de los vencedores.

Parece claro que algunos partidarios de Gaspar Llamazares lo abandonaron al final. De sus filas faltaron miembros al Consejo: el caso más notorio la alcaldesa. Las tensiones en el llamado núcleo dirigente de Llamazares se convirtieron casi en agresiones, verbales. Madrazo y sus chicos, recogidos, callados y discretos, se abstuvieron en las votaciones. Se echo de menos a miembros vascos de la Presidencia que debieron considerar que ya habían hecho en ella un gasto excesivo de apoyo al Coordinador. Los revolucionarios de la CUT, en este conflicto de defensa de la democracia y los estatutos, no han estado a la altura de su radicalismo: su ausencia del Consejo político ha sido demasiado elocuente, cuando debieran practicar la solidaridad siquiera por gimnasia política. Miralles, el coordinador de EUiA tuvo una intervención torpe y áspera: era evidente que el papel decisivo que se había autoproclamado el PCC en la resolución del conflicto no se correspondía con la realidad: sus votos posibles no eran imprescindibles para derrotar a Llamazares. Por otro lado saben de sus tristes circunstancias: forman parte de una coalición con ICV en Catalunya, al que aportan prácticamente gratis el caudal de votos de EUiA, pues ni siquiera el nº 2 de ICV tiene garantizado el escaño y mucho menos el 3º que ocupa Nuet del PCC/EUiA. Al mismo tiempo, sus coaligados de ICV apoyan a los rupturistas de IdPV en Pais Valencia, lo que restará votos a la candidatura de EUPV y pondrá en peligro tanto el diputado por Valencia como alcanzar la barrera del 5% de los votos.

Por lo demás, destacar que el clima tranquilo y apaciguado en el que discurrió finalmente el Consejo no ocultaba la lucha sorda que ha tenido lugar dentro de IU en el último mes, la tensión previa y la importancia del resultado. Alguien incluso dijo desde el atril con elegancia fingida que no habría vencedores ni vencidos.

Pese al grave revolcón político sufrido, Gaspar Llamazares salvó su pellejo. Este es un dato político crucial del desarrollo del Consejo. Sus oponentes no fueron más lejos en la exigencia de responsabilidades al Coordinador por la grave crisis que ha provocado. Sin embargo, no deja de ser también bastante sorprendente que el propio Llamazares no presentara su dimisión ante una derrota tan ostensible y amarga, en un tema en el que hasta última hora se había empeñado con un empecinamiento digno de mejor causa. Isaura, que debió pensar que contaba con su respaldo hasta las últimas consecuencias, se quedó desolada viendo cómo era abandonada por el Coordinador, una historia que por lo demás se ha vivido dentro de IU en otras ocasiones. Gaspar Llamazares resistió toda tentación de comportarse con gallardía y dignidad presentando su dimisión, y lo que es peor, se sabe por experiencia que aguanta las humillaciones, gracias a su gran ambición, siempre a la espera de poder tomarse la revancha y llevar a cabo su venganza.

Y esto abre el tema del futuro inmediato de IU, porque, después de todo, por mal que le vaya a la organización en las elecciones generales, Gaspar Llamazares será diputado de nuevo durante cuatro años, estará arropado por poderes fuertes, será la voz mediática de IU, y es posible que logre un núcleo de poder que actúe durante cuatro años al margen de organización, articulando como sea un grupo parlamentario. Resulta así que Gaspar Llamazares no sólo salvo su pellejo en el Consejo del día 20, sino que sigue constituyendo un peligro viviente para hipotecar o destruir IU.

Son muchos los esfuerzos que toda la organización ha realizado para restaurar una cierta legalidad y mucho el desgaste interno vivido como para que después de la derrota de Gaspar en el tema de Valencia lo que IU tenga por delante es seguir con sus luchas hasta que se clarifique el proyecto político que quiere representar. La victoria conseguida por los detractores de Gaspar Llamazares ha sido crucial pero no definitiva. No cabe olvidar que este sigue teniendo muchos resortes de poder para hacer realidad su mensaje permanente de "yo o el Kaos". El Consejo del día 20, desgraciadamente, no dio mas de sí.

Por lo demás, unas últimas palabras sobre las votaciones habidas. El programa aprobado lo fue con 95 a favor y 45 abstenciones. Es un programa "light", poco estructurado, como una letanía de propuestas, ninguna de las cuales busca herir seriamente al sistema. Teniendo en cuenta además que el programa de IU no ha resultado ser un compromiso a respetar por la dirección - ahí está ejemplo reciente del canon digital- y que con cualquier programa se pueden sostener líneas políticas muy distintas- ahí está la propuesta de Llamazares de querer ser ministro - cabe concluir que lo aprobado es un trámite que tendrá efectos prácticos muy pequeños en la política que en el futuro mantenga IU. No compromete a nada y deja las manos libres para ser interpretado como mejor convenga. Por lo que respecta a la votación de candidatos, 141 votos a favor (incluido el de Llamazares), 7 abstenciones y 7 en contra (los sacrificados de Valencia, Ribó e Isaura). Unas 30 personas fieles a Gaspar Llamazares evitaron votar, abatidas, decepcionadas y bastante irritadas con su líder, que se doblegó para ellas sin la firmeza necesaria en el pulso mantenido.

Como conclusión, en el CPF del día 20 de enero se ha conjurado una enorme arbitrariedad contra EUPV y con ello el peligro de que IU hubiera saltado por los aires. Es un resultado muy estimulante para una gran mayoría de la afiliación que desea que su organización recupere su impulso original, su carácter democrático, su pluralidad, el respeto a la federalidad, y sobre todo su discurso y acción contra el capitalismo, sea con el formato neoliberal del PP, o con el socioliberal del PSOE. Se ha ganado solamente una batalla. Ahora hay que ponerse manos a la obra para conseguir que en la próxima Asamblea congresual de IU se gire decididamente a la izquierda, se articule una nueva dirección, y se cierre para siempre el nefasto ciclo presidido por Gaspar Llamazares. Pero ¡ojo!, habrá que seguir alerta ante las próximas maniobras y zancadillas del Coordinador…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ESTOY DE ACUERDO !!!!

Juan dijo...

¿Esta opinión es propia de Projecte Obert o tiene otra fuente?

Gracias, un saludo